Infraestructuras, medioambiente y salud pública
ROSMIMAN® ENVIRONMENT es un conjunto de aplicaciones inteligentes para la ecología, los residuos, el medioambiente y la salud pública. Infraestructuras y servicios públicos muy cercanos y sensibles al ciudadano.
ROSMIMAN® ENVIRONMENT aporta soluciones inteligentes de mantenimiento de activos, gestiona de forma eficaz todas las necesidades de mantenimiento asociados a la conservación del medio ambiente, y las prácticas empresariales sostenibles.
ECOLOGIA, RESIDUOS, MEDIOAMBIENTE y SALUD PUBLICA
Infraestructuras medioambientales sostenibles y operativas.
Conoce y gestiona el despliegue de tus infraestructuras medioambientales, su influencia sobre la ciudadanía y el territorio.
Externalizacion y Servicios integrados
Localización de Infraestructuras y equipamientos sobre mapas.
Operaciones - Personas – Activos
Análisis por mapas de calor para evaluar zonas de influencia y mejorar el despliegue y la planificación.
Medioambiente, Energía y Sostenibilidad
Estandarización de procedimientos y frecuencias de actuación para el mantenimiento y conservación de las infraestructuras.
Tecnologías Avanzadas
Interacción con el ciudadano a través de diferentes sistemas de comunicación, lo que facilita el reporte de incidencias para su rápida resolución.
Sistemas de medición y Análisis del medioambiente
Conservación del paisaje. Gestión de parques y jardines públicos
Gestión y tratamiento de Residuos Solidos urbanos
Ciclo integral del agua e infraestructuras hidráulicas
SmartECO reciclado de aceites
Energías sostenibles. Solar y Eólica
Plagas y sanidad ambiental
Biomasa y bioenergía. Incineración de residuos
Gestión de las emisiones de carbono
Cada instalación de generación de energía –desde un parque solar, un aerogenerador o una planta de biomasa– requiere un seguimiento riguroso durante todo su ciclo de vida para maximizar su eficiencia y garantizar su sostenibilidad.
La optimización futura del mantenimiento de infraestructuras lineales en España buscará equilibrar coste y servicio mediante la innovación tecnológica, la gestión integrada de activos y la adaptación continua al cambio climático.
El Viejo Continente está transformando radicalmente la gestión de sus edificios, especialmente aquellos dedicados a oficinas y funciones gubernamentales.